Autores: Milanesi, C.A., Pastrengo, F.L., Rearte, M.J., Opera, A.J. Cementos Avellaneda S.A.
En la actualidad, los revestimientos de las fachadas de edificios conforman sistemas constructivos que no sólo aportan valor estético al paisaje urbano, sino que ayudan a mejorar el acondicionamiento térmico y acústico de los edificios.
Las fachadas son parte del patrimonio cultural y tienen un impacto significativo en el paisaje de los barrios y calles que conforman la ciudad, ya que representan las raíces culturales de la sociedad y su memoria histórica. Por ello, es importante prestar especial atención al proyecto, cumplir minuciosamente las “reglas del arte” durante la construcción y prever un plan de mantenimiento a lo largo de su vida útil.
Lamentablemente, a veces por falta de mantenimiento, por empleo de mano de obra no capacitada, o bien por el uso de materiales inadecuados, pueden surgir inconvenientes de índole estética (eflorescencias) o, peor aún, vinculados a la seguridad, como es el caso de los desprendimientos de revestimientos (figuras 1 y 2) (1).
Es importante comprender el riesgo al cual se puede estar expuesto antes situaciones de falta de mantenimiento y/o problemas constructivos, no sólo para los habitantes del edificio sino para cualquier transeúnte que circule por el lugar. Un ejemplo trágico, en este sentido, se puede rescatar de la crónica periodística donde el revestimiento de una fachada produjo la muerte de una transeúnte de 48 años que circulaba por la vereda (2).
En esta nota se describirán algunas recomendaciones vinculadas al proyecto, la selección del pegamento más adecuado y las pautas básicas más importantes de las reglas del arte con el fin de lograr un revestimiento durable que brinde seguridad para los habitantes y transeúntes.